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Punto de partida

El camino de HCS Capital para lograr su segundo exit

El camino de HCS Capital para lograr su segundo exit

A mediados del 2023 el fondo de venture Capital cerró su segundo exit: vendió la compaía israelita SCADA Cibersecurity a la gigante norteamericana Honeywell. Su fundador, Alex Horvitz, trabajó en McKinsey, asesoró al gobierno de Piñera, ha vivido en Chile, Panamá, Suiza y Francia; y con su fondo HCS Capital, maneja cerca de US$ 50 millones. Antes vendió Figo Pet Insurance y multiplicó por siete su inversión. Esta es su historia.

Por: Juan Pablo Silva | Publicado: Sábado 13 de enero de 2024 a las 21:00
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Alex Horvitz (60) recuerda como si fuera ayer su paso por el primer gobierno de Sebastián Piñera. Formó parte del equipo de delivery comandado por Cristián Larroulet e interrumpió una exitosa carrera en el extranjero para sumarse pro bono a la administración.

¿Cómo llegó a esto? Hay una larga carrera con pasajes en Chile, Panamá, Estados Unidos y Suiza.

Pasajes a Michigan

Horvitz, chileno-panameño, voló al país centroamericano tras el divorcio de sus padres. A los 17 años, cuando llegó el momento de ir a la universidad, postuló a la Universidad de Michigan. Eran los años ‘80 y Horvitz estudiaba inteligencia artificial y análisis de imágenes, mucho antes de que estuviera de moda.

Junto a unos compañeros escribió un paper sobre estas temáticas y -no sabe cómo- el documento llegó al Departamento de Defensa de EEUU. Gracias a ello fue becado para un postgrado en la misma universidad, además de recibir un sueldo mensual.

Ahí, uno de sus trabajos consistió en crear una tecnología para desarrollar un código que luego analizara la matemática. “Era una de las primeras versiones de código automáticamente generado”, asegura.

Mientras trabajaba como investigador en la Facultad de Ingeniería Industrial, donde uno de sus proyectos fue optimizar la pintura de los autos Ford en Detroit, le ofrecieron seguir su camino en la Universidad de Lausanne en Suiza. Los europeos buscaban que extendiera su investigación al mundo de las finanzas.

“Acepté, más que nada, porque quería vivir en Europa. Planeaba quedarme un año allá”, afirma. Nunca pensó que la estadía se extendería más de una década. Los primeros tres años los dedicó a la implementación de inteligencia artificial en análisis de mercado y análisis crediticio.

Mckinsey y Tony Blair

A inicios de los ‘90 el ingeniero recibió una oferta para dirigir el departamento de investigación y desarrollo del BCV en Suiza. Uno de sus trabajos más importantes fue introducir la bolsa de valores de este país al mundo digital.

Terminando el siglo XX, Horvitz fue reclutado por McKinsey. Ahí estuvo 15 años y era el único chileno en la firma en Europa. “Llegué a ser director y socio senior, el segundo chileno en la historia, después de Marcelo Larraguibel”, dice. Fue esta firma la que lo trajo de vuelta a su país natal.

Dicha compañía había desarrollado una metodología para optimizar el funcionamiento de un gobierno: fue testeada durante el mandato de Tony Blair en Inglaterra y el de Sebastián Piñera 1. “Uno de los conceptos de esta metodología era que hay que medir lo que uno entrega contra lo que promete, no necesariamente medir según lo que se invirtió”, recuerda Horwitz.

“Tomamos los mil colegios de Chile con el peor Simce y en un año los llevamos al promedio nacional, un cuarto de ellos quedaron en el primer cuartil. Todo con los mismos profesores y salas de clases”, destaca el ingeniero. El programa costaba $ 35 mil anuales por niño.

Tras dos años en el equipo, recibió un llamado de Michael Diekmann, CEO de la compañía de seguros Allianz, para proponerle transformar digitalmente la firma. “Vivía dos semanas en Chile y dos en Alemania”, menciona. “Lo que estábamos haciendo fue transformar un negocio de seguros, tradicionalmente financiero, en un negocio tecnológico”.

Nace HCS y el primer exit

Con todo este recorrido, Horvitz decidió lanzarse al mundo del venture capital y creó HCS Capital. Sumó a Luis Felipe San Martín como socio y levantaron un fondo de US$ 15 millones para invertir en Norteamérica. Una de las firmas por las que apostaron fue Figo Pet Insurance (en 2019 firmaron el primer cheque).

La empresa no estaba en un buen momento y la venta B2C (business to consumer, transacciones comerciales directas entre una empresa y los consumidores finales) no estaba funcionando. “Ahí dijimos, ‘hay que desarrollar una tecnología y una alianza B2B2C’”. Así lograron un acuerdo con la aseguradora UnitedHealth y con la supermercadista estadounidense Costco.

“La compañía explotó: teníamos un costo promedio de adquisición de US$ 80 y el mercado estaba en US$ 250. Nos tomó un año implementarlo y pasamos de 4 mil transacciones diarias a 300 mil por hora”, dice.

Al poco tiempo recibieron la oferta de un private equity estadounidense para adquirir la empresa: “Nos ofrecieron una valorización de seis veces venta -la única que se había vendido en el mercado había sido a cuatro veces venta- y San Martín pidió ocho veces. Terminaron pagando por siete, US$ 280 millones”.

HCS había invertido US$ 4 millones a una valorización de US$ 30 millones, llegaron a tener el 11% de la propiedad. Con eso, devolvieron US$ 29 millones a los inversionistas. “Y aún nos quedan cuatro firmas por vender”, explica. Se trata de Red Capital, Ceptinel, Jooycar y We Technologies.

Pasajes a Israel

El fondo II lo levantaron con Consorcio. La aseguradora destinó US$ 25 millones, pero la estrategia no le acomodó a los inversionistas y sólo concretaron una apuesta (PolicyMe). Luego Consorcio siguió por su propia cuenta.

Al poco tiempo replicaron la estrategia del primer fondo y consiguieron inversión de los principales family offices del país para invertir en el sector financiero y seguros. Junto a ello, tras un viaje a Israel en enero del 2020, abrieron oficinas en ese país y agregaron ciberseguridad a la tesis de inversión. Así partió el Fondo III.

“Para abrir bien localmente llamamos a McKinsey, desde donde nos contaron que había un ex empleado que buscaba entrar a esa industria. Lo contratamos como portfolio manager”, rememora Horvitz. Así, con un pie en Tel Aviv, invirtieron US$ 4 millones en SCADAfence Cybersecurity, una compañía de ciberseguridad industrial.

A menos de un año, la norteamericana Honeywell, valorizada en cerca de US$ 132 mil millones, se fijó en ellos y a mediados del 2023 adquirieron la startup israelita. “Fue una buena inversión, le devolvimos la plata al inversionista y entregamos un 15% de retorno en un mercado complicado. Además, aprendimos mucho de ciberseguridad”, asegura Horvitz.

Actualmente el equipo está conformado por San Martín y Horvitz, además de Juan Eduardo Justiniano, Ehud Hai, Axel Mihanovich, Hugues Bertin y Matías Tapia. Como asesores del directorio están el socio emérito de McKinsey, Driek Desmet, el vicepresidente de Compass, Jaime de la Barra, y el managing partner de Albagli y Zaliasnik, Rodrigo Albagli, entre otros.

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